Magnífico reparto de Sorpresas.
El Sábado 7 de Mayo, David y yo nos dispusimos a disfrutar de dos obras de teatro: Pantaleón y la China Hilaria y Sorpresas.
Como siempre, Sorpresas estuvo genial. Ambos la habíamos visto antes, pues vale mucho la pena. La temporada ha terminado, ojalá hayan podido verla también. Fue un gran trabajo de todo el equipo y un acierto más del director Rafa Paniagua.
Lástima que no se pueda decir lo mismo de La China Hilaria. Una pésima organización del "director" Luis Gerardo Vidal, que incluyó un anuncio enorme en una muy mala ubicación que no tenía horarios ni fechas de funciones, nula publicidad (aparte de dicho anuncio) y no sé qué otras cosas más, lo llevaron a la decisión de cancelar la temporada "por falta de público".
No sé cómo se puede llegar a esa conclusión en un día bueno como el Sábado desde antes de que se acercara la hora de la función. Me ha tocado antes cancelar funciones (no temporadas) por falta de público, pero esto hasta después de que pasa la hora de inicio y no hay nadie. Aquí se canceló desde mucho antes, y ya había gente esperando.
Obviamente, si no hubo mucha gente entre semana no puedes pensar que el fin de semana sería igual. Si el equipo tuvo que ponerse a hacer publicidad por su cuenta viendo la falta de interés del director, eso serviría a que la afluencia de gente mejorara. Pienso que no se podía cancelar temporada sin ver antes cómo les iba durante el fin de semana. Claro que eso se esperaría de un director con sentido común o al menos un poco de profesionalismo.
Antes de escribir estas líneas me cuestioné a mí mismo si tenía el derecho de hablar así. Después de todo, no soy parte del equipo ni nada de eso. Pero luego me dí cuenta que todos tenemos el derecho. Este "director" debe trabajar para su público. Nosotros estábamos ahí para pagar por ver la obra. Su responsabilidad era al menos dar él mismo la noticia de la cancelación (si ya pedirle que continuara con la temporada era demasiado para su caprichosa mente cerrada). Claro que él huyó desde antes, dejando a los pobres actores y al pobre equipo de Tercera Llamada con el trabajo de dar las explicaciones.
Pues el aprendizaje me queda: nunca toparme con este tipo en ningún proyecto. No sé quién le dijo que podía encabezar un trabajo como éste (ya se vió que no puede).
Es una lástima, porque todos salimos perdiendo por acciones tan irresponsables como las suyas: los actores, el público y los foros.
En fin...
César.
¿Y el director? Bien, gracias...
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